El carácter en la Terapia Gestalt

Desde mi trabajo a través te acompaño a realizar un proceso de autoconocimiento para el que es fundamental el trabajo con la estructura de carácter y profundizar en cómo se ha ido conformando la misma desde la infancia e ir haciendo que se haga cada vez más flexible en vez de caer siempre en los mismos patrones rígidos de funcionamiento.

¿Qué es el carácter?

Es aquello que se pone en marcha en nuestra relación con el mundo, es decir con el otro, en los diferentes ámbitos en los que nos movemos: relaciones íntimas, sociales, profesionales, etc. En mi trabajo como terapeuta Gestalt en Barcelona observo cómo las personas que comienzan a trabajarse a sí mismas de manera comprometida a través de la terapia aprenden a relacionarse de manera más saludable dejando a un lado lo que antes creían que era su forma de ser natural e incuestionable, a pesar de los múltiples problemas que les causaba el no ser conscientes de la rigidez del carácter y sus automatismos.

Lo que observo en mi trabajo es que la mayoría de las personas, hasta que no comienzan un proceso terapéutico, creen que son de una determinada manera y así se mueven en la vida funcionando a través de patrones rígidos por no saber que hay otras formas posibles de funcionar que les aportan mayor felicidad.

Todos tenemos un carácter determinado que hace que todo lo que nos rodea sea percibido, sentido y gestionado desde ese prisma y así estamos acostumbrados a hacerlo desde nuestra infancia. Hay personas a las que su carácter les orienta a dar más importancia al ámbito profesional, algunas a su relación consigo mismas, otras que ponen todas las energías en la pareja, y hay quienes se interesan sobre todo en el ámbito social. Sin embargo, sentimos bienestar cuando logramos tener un equilibrio en todas las áreas de nuestra vida, aunque hayan algunas que nos importen más que otras (y que están determinadas por el carácter como explicaba previamente). Esto hace que cada persona interprete la realidad de maneras diferentes porque su atención está puesta donde el carácter la orienta, siendo muy importante que hagamos un trabajo profundo de consciencia para ver los automatismos y la propia ceguera a las que este mismo nos somete.

En mi consulta pongo mucha atención a los patrones automáticos del carácter que hacen que las personas sufran de manera innecesaria. Por ejemplo: cuando debido a la tendencia que puedan tener algunas a una fuerte auto-exigencia imposible de cumplir entran en estados de angustia y baja autoestima al no verse capaces de cumplir con tan altas expectativas. De esta manera sintiéndose inseguros y con poca capacidad de acción y de respuesta, caen en un círculo vicioso que les hace sentirse cada vez peor.

Sin embrago todos los caracteres no son iguales y por ejemplo hay otras personas, a las que por el contrario, su carácter les lleva a evadir cualquier tipo de exigencia abandonándose en la pereza, la postergación de responsabilidades y el boicoteo constante de su posible éxito profesional, social o en el área de sus relaciones afectivas, quedando sus necesidades genuinas insatisfechas y frustradas.Mi trabajo se orienta entre otras muchas cosas a que las personas puedan reconocer e identificar estos patrones de comportamiento desde la auto-observación y la comprensión de los mismos para así aprender a gestionar de manera favorable estas tendencias y poder utilizar el propio carácter al servicio de sus verdaderas motivaciones y deseos, en vez de ser arrastrados por él sin capacidad de decisión. Por ejemplo, con respecto a lo que mencioné anteriormente acerca de la auto-exigencia, el poder observar cómo frente a esa severidad desmedida tenemos otra parte nuestra que reacciona sometiéndose a ella y dejándose aplastar para luego pasar a la actitud contraria, rebelarse y boicotear todo su mensaje, encontrando excusas para no hacer nada. Así es como se da lo que la Terapia Gestalt llama auto-tortura neurótica que hace que se establezca un círculo vicioso donde se presentará nuevamente la exigencia aún con más virulencia ante tal pasotismo y así sucesivamente, mientras que la persona queda atrapada en el malestar y el sufrimiento continuo, sumando a esto la total ineficacia y pérdida de tiempo y energías.

Acompaño a mis pacientes en el trabajo de poner luz y consciencia en el funcionamiento de su carácter, esto nos conducirá a ver de frente los mecanismos de lucha interna en los que se encuentran y los llevará a comprometerse con sus deseos y necesidades genuinas orientándose cada vez más cerca su verdad profunda. Al fin y al cabo, se trata de poder vivir lo que realmente queremos y anhelamos, eso que hasta el momento había estado frenado por esa fuerte coraza de nuestro carácter, que si bien nos protegió y ayudó a sobrevivir en nuestra infancia, ahora de adultos impide que nos orientemos en la vida de una manera satisfactoria.

En mi consulta de Terapia Gestalt en Barcelona, compruebo a diario que esta es una herramienta muy efectiva para realizar un importante proceso de transformación personal. Desde este enfoque podremos ver rápidamente qué es lo que aquí y ahora está impidiendo que se realice la acción adecuada y el paciente se comprometa con lo que verdaderamente quiere. También nos ayuda a poner conciencia en cómo es que ese carácter se conformó durante la infancia y bajo qué circunstancias. Cómo es que gracias a estos automatismos, siendo niño pudo sobrevivir a situaciones difíciles pero que ya siendo adulto sólo le trae complicaciones y malestar. El hecho de comenzar a utilizar con conciencia el carácter al servicio de la esencia e invertir este orden es fundamental ya que cuando se está viviendo de manera insatisfactoria se debe a que el carácter ha sometido a la esencia a esa prisión asfixiante de repetir siempre un mismo patrón de funcionamiento ineficaz y que conduce al sufrimiento.

El acompañamiento terapéutico de la mano de un profesional que haya hecho este recorrido previamente es fundamental y, por supuesto que vaya naciendo la confianza en la persona del terapeuta, a través del sentir su empatía y respeto ante las propias dificultades.

Llega un momento en el que la vida nos impulsa a ocuparnos de nuestras heridas. Hace falta valentía ya que esto no es nada fácil pero la voz de nuestro dolor se hace cada vez más evidente y los parches que habíamos estado poniendo para taparle la boca ya no sirven. La verdad se hace presente y, claro que nos da miedo, pero a pesar de este miedo siempre es mejor dar el paso y enfrentarse con ello, comenzar una terapia en la que seamos guiados por alguien que ha pasado por ahí y ha podido salir de ese pozo. La herida nos habla y nos muestra todo lo que hemos estado tratando de no ver, no sentir, no escuchar ni atender. A veces lo hace a través de una enfermedad, o de una fuerte angustia.

En mi consulta acompaño a que las personas descubran todos los recursos con los que cuentan para enfrentarse a este sufrimiento y que puedan descubrir que detrás de la crisis que les tocó atravesar se escondía una gran bendición, una oportunidad de cambio y de transformación que impulsará sus vidas hacia los cambios que estaban esperando.

Por último quisiera decir que el proceso de consciencia al que nos impulsa la terapia nos conduce al reencuentro con nuestra esencia. Poder observar cuánto daño nos hacemos a nosotros mismos cuando nos alejamos de ella nos obliga a encontrar formas nuevas de tratarnos basadas en el amor, el respeto, la confianza y la paciencia. Hace falta compromiso y trabajo, no basta con quererlo desde la razón o desde un acto de voluntad. Se trata de un proceso a través del cual iremos poniendo consciencia, comprensión y luz. Mi experiencia me demuestra una y otra vez que se puede comenzar a vivir la vida desde una mayor coherencia, bienestar, alegría y plenitud orientándonos hacia una vida más acorde con nuestros deseos genuinos, e ir poniendo nuestro carácter al servicio de nuestra esencia que hará que experimentemos mayor serenidad y gozo en nuestras vidas.

Verónica Civatti, terapeuta Gestalt en Barcelona (terapia individual, terapia de pareja y terapia familiar)

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