Terapia Gestalt

 

La Terapia Gestalt es una terapia humanista orientada al bienestar y al servicio de la persona consultante, facilitando que pueda vivir más plenamente el presente, promoviendo el autoapoyo y la salud que brinda el ir acercándonos cada vez más a la autorrealización y a nuestra verdad interna.

La Terapia Gestalt integra el trabajo con el cuerpo, ya que es donde están grabadas todas nuestras vivencias y emociones reprimidas en forma de bloqueos, tensiones, corazas, nudos y dolor para poder liberarlos y volver a sentirnos plenos nuevamente y abiertos a la vida. Su objetivo es que las personas logren volver a vivir desde su verdadera naturaleza, es decir su esencia, al ir sanando el sufrimiento acumulado por las experiencias traumáticas del pasado y del presente que no han podido digerir e integrar.

 
 

Tipos de Terapia Gestalt

 

Terapia Gestalt individual

En las sesiones individuales de Terapia Gestalt abordaremos las situaciones y actitudes que te bloquean e impiden que contactes con el bienestar y la plenitud. Nos centraremos en las dificultades que te limitan y las transformaremos abriendo nuevos caminos orientados hacia el logro y la satisfacción. La Terapia Gestalt te ayudará a:

  • Aumentar la confianza y la autoestima.

  • Superar la ansiedad y el miedo.

  • Mejorar las relaciones (pareja, trabajo, familia).

  • Encontrar equilibrio y bienestar psicológico.

  • Orientarte para conseguir tus objetivos.

  • Sanar heridas actuales o pasadas.

  • Vivir con mayor plenitud y bienestar.

 

Terapia Gestalt de Pareja

Un espacio en donde podremos dialogar y atender a vuestros conflictos y dificultades, identificando cómo se gestiona en la pareja la comunicación y expresión de los sentimientos, cómo se establece el diálogo predominante y, dónde se encuentran los aspectos positivos que les unen y las interacciones que mantienen para lograr un intento de entendimiento.

Los focos de conflicto que crean malestar en una pareja pueden ser múltiples: discusiones, celos, falta de deseo, infidelidades, el nacimiento o emancipación de los hijos, aburrimiento, enfermedades, el fracaso de un proyecto en común, etc. Muchas veces estos asuntos pueden tener que ver con problemáticas no resueltas de cada uno de los integrantes de la pareja con sus familias de origen.

El conocimiento por parte del terapeuta Gestalt de la ubicación en la que se encuentra una pareja y la problemática que atraviesa es fundamental para el éxito de la terapia.

El terapeuta Gestalt acompaña a las personas a que reconozcan de qué manera contactan consigo mismas, con su mundo interno y con su realidad para detectar si esto les lleva a sentirse saludables, equilibradas y orientadas hacia el bienestar y el disfrute. O, por el contrario, a interrumpirse a sí mismas cada vez que están encaminándose hacia lo que desean y necesitan verdaderamente, desvitalizándose y acumulando asuntos sin resolver que generan carga y malestar. El vínculo que se establece entre el consultante y el terpeuta a través de las sesiones es muy importante porque para la Terapia Gestalt, es la relación terapéutica en sí lo que sana y, a su vez, el medio a través del cual se produce la transformación y el crecimiento.

La Terapia Gestalt es una metodología basada en la experiencia, es decir que para aprender hay que experimentar, no simplemente interpretar y racionalizar la vida. Su objetivo es que las personas consigan ser lo que realmente son y tener una vida valiosa y bien orientada. Es una terapia que tiene una profunda fe en la capacidad de los seres humanos de auto-regularse de manera natural, es por eso que el acompañamiento terapéutico está orientado a que las personas recuperen su capacidad de contactar de nuevo con la parte esencial de ellas mismas. A su vez, de ver aspectos que no estaban siendo reconocidos como propios sino más bien proyectados hacia el exterior y los demás, e integrar estos mismos para poder ser personas más completas recuperando el potencial que les orientará hacia una autorrealización personal.

La Terapia Gestalt se orienta a resolver conflictos y síntomas pero también pone énfasis en ofrecer herramientas para favorecer el crecimiento personal y el despliegue de actitudes saludables y de goce ante la vida. Produce cambios profundos al poco tiempo de iniciada la terapia, favoreciendo el proceso de integración de la personalidad a través del autoconocimiento y el despliegue de las potencialidades. Nos ayuda a tener una vida más satisfactoria y a recuperar la autenticidad y la capacidad de ser más genuinos con nosotros mismos y con los demás, fortaleciendo así nuestros vínculos.

 

La ayuda desde la Terapia Gestalt

 
 

Si bien los motivos que a una persona le hacen acudir a mi consulta de Terapia Gestalt pueden ser múltiples: trastornos de ansiedad, depresión, crisis de pareja, miedos, estrés post traumático, abusos, problemas laborales y muchas otras situaciones difíciles, al irse resolviendo estos problemas por el proceso de la terapia, se abre una nueva mirada y comprensión de lo que está pendiente de ser atendido en la propia vida y de las necesidades reales que por no haber sido atendidas inhiben el despliegue del Ser Esencial. El resultado de la terapia proporciona una reorientación hacia nuevos caminos más conectados con los deseos genuinos de cada uno y no tanto por las condiciones externas impuestas por los otros. Es decir, que se adquiere una mayor libertad.

En mi práctica como terapeuta Gestalt, ayudo a que las personas contacten nuevamente consigo mismas y con su realidad, recuperando la fuerza y el equilibrio psíquico, mental, corporal y espiritual que les conduce a orientarse hacia el bienestar de manera natural. Las acompaño en el proceso para que tomen conciencia de cómo se interrumpen a sí mismas, perdiendo vitalidad, boicoteándose y acumulando asuntos sin resolver que les traen cada vez más peso e interminables problemas y síntomas que les dificultan la vida.

A través de la Terapia Gestalt y su fe en los procesos naturales y en la autorregulación de los seres vivos, lograremos restablecer la facultad de observar aspectos propios no reconocidos y proyectados hacia el exterior, de rescatar partes alienadas de la personalidad que desean expresarse y cobrar vida para llegar a ser personas más integradas, es decir cada vez más sanas, completas y felices.

Como consecuencia de este proceso terapéutico las personas sanan sus heridas y vuelven a conectarse plenamente con la vida y con la capacidad de realización personal y de disfrute. Así es como, el enfoque de la terapia cubre tanto la función de resolver los síntomas o problemáticas graves como la de ofrecer técnicas de crecimiento y desarrollo personal que orientan cada vez más hacia actitudes saludables y de goce ante la vida.

Verónica Civatti, Terapeuta Gestalt y Consteladora Familiar en Barcelona.

Terapia individual, terapia de pareja y terapia familiar.