La familia, sus dinámicas e historia

¿Sientes que hay situaciones dolorosas del pasado que provienen de la familia que aún no has podido resolver para avanzar en la vida con más ligereza? Desde mi trabajo acompaño a las personas a que puedan trabajar estos asuntos inconclusos y sanar las heridas que quedaron abiertas por los sucesos traumáticos que pertenecen a su historia de vida y familiar y que las llevan a que se les compliquen, por regla general, todos los ámbitos de sus vidas: laboral, relaciones personales, pareja, etc.

Cuando aún el pasado y las dificultades que hemos atravesado siguen interfiriendo y siendo obstáculos para que podamos avanzar satisfactoriamente en la vida, quedamos atrapados en el desánimo, la inseguridad, la dependencia emocional, el miedo y largos etcéteras…

Lo que sucede es que lo que llevamos en la mochila sin resolver emerge y confunde nuestro presente y nuestras situaciones actuales haciendo que veamos y experimentemos cosas que nada tienen que ver con la realidad de lo que está ocurriendo. Es como si tuviéramos unas gafas a través de las que miramos los sucesos condicionados por ellas, ya que estamos proyectando aquello que aún no hemos podido digerir. La familia es el ámbito más importante a través del cual nos desarrollamos en nuestros primeros años de vida, etapa clave en lo que será nuestro futuro y la manera en la que nos relacionemos siendo adultos.

Uno de los objetivos más importantes de la Terapia Gestalt es que podamos identificar las vivencias difíciles que hemos atravesado y detectar qué es lo que aún duele y no está superado, que vuelve una y otra vez al presente para que le demos espacio y lo trabajemos. Este trabajo nos demuestra que es posible vivir sin tanta carga, con más disfrute y contentos con nuestro presente. Realizar un proceso terapéutico profundo y comprometido es importantísimo para poder superar las heridas que nos impiden vivir con alegría y ligereza. La familia es fuente de fuerza cuando podemos resolver a través de la terapia los traumas que nos han sido traspasados por nuestros antepasados, situaciones dolorosas que ellos no han podido superar por ser hechos demasiado impactantes y difíciles: por ejemplo traumas de guerra, violencia, abusos, abandonos, etc.

La familia y nuestros orígenes

Cuando venimos al mundo, desde los comienzos de nuestra vida, se empieza a estructurar nuestra identidad y a forjarse nuestra autoestima. Nuestros padres o quienes nos han cuidado de pequeños, la familia que nos ha criado, fueron el sostén sobre el que nos hemos construido, de ellos hemos heredado gran parte de nuestras actitudes, conductas, maneras de sentir y de pensar, etc.

En mi trabajo como terapeuta Gestalt en Barcelona encuentro fundamental revisar cómo ha sido la infancia de las personas que acuden a mi consulta porque quieren resolver determinados y diversos tipos de situaciones que les están complicando la vida. Desde ahí, trabajar para comprender cómo ha sido el guión de vida que le ha conducido a su presente, qué historia familiar trae y qué se ha ido transmitiendo de una generación a la otra dentro de la familia de origen es muy enriquecedor y fundamental. Desde esta toma de conciencia y este proceso que tiene una gran profundidad y un potencial muy transformador, es necesario revisar y decidir qué de esa herencia nos aporta bendiciones y fuerzas para avanzar en la vida con plenitud y dicha y qué debemos dejar a un lado ya que nos trae carga y sufrimiento.

Hay situaciones dentro de la familia en las que los temas son realmente graves, donde ha habido por ejemplo violencia, suicidios, etc. Sin embargo, hay otras donde no se ven cuestiones de tanto peso pero que sin embargo ejercen un fuerte impedimento para que sus integrantes puedan avanzar en la vida de manera satisfactoria siguiendo su propio camino libremente. Las familias en las que ha habido grandes dificultades, en muchas ocasiones favorecen a que sus miembros tengan una mayor fuerza que les permite atravesar serios problemas.

La Terapia Gestalt es una herramienta muy efectiva para superar el pasado traumático familiar y ayudar a sacar a la luz dinámicas que generan malestar y sufrimiento y que por ser inconscientes las personas no logran darse cuenta ni saben cómo resolver. En los conflictos del presente, como por ejemplo los problemas de pareja, se oyen la mayoría de las veces los ecos de aquellas situaciones que no se han podido superar en la familia de origen de cada uno de los integrantes y que aún duelen. Para poner un ejemplo: si me quemé con el fuego y tengo una herida en la mano, sufriré y reaccionaré a cada pequeño roce, cada viento que acaricie mi piel, a los rayos del sol a los que se vea expuesta mi herida ya sea con rabia, o tristeza, impotencia, etc dependiendo del carácter de cada uno. Lo mismo ocurre con la pareja, puede ser que una persona se sienta lastimada, abandonada, poco querida por su compañero cuando, en muchas ocasiones lo que está ocurriendo en realidad es que está tocando una herida del pasado aún no resuelta, proveniente de su herencia familiar. En mi trabajo pongo atención en detectar cuándo lo que le está doliendo al paciente tiene que ver con algo real que está ocurriendo y cuándo es una proyección de sucesos del pasado que los está proyectando ya sea sobre su pareja, sus amigos, sus jefes o quien sea. Tomar conciencia de que desplazar la rabia, el miedo al abandono, la falta de cuidados y muchas otras cosas del pasado a los demás sólo va a traer más conflicto y sufrimiento es una tarea  muy importante para poder vivir más tranquilos y felices. Como adultos contamos con otros recursos que de pequeños no teníamos y ahora sí podemos ver la realidad con otros ojos y encontrar acciones y respuestas diferentes que son mucho más efectivas para resolver lo que sea que nos esté ocurriendo.

Realizar un proceso terapéutico profundo será de gran ayuda para evitar que por reproducir estas herencias pesadas del pasado y de la familia no puedas avanzar en la construcción de un futuro satisfactorio y pleno, disfrutando así mismo del presente. Comprender que aunque muchas veces la familia puede ser una gran carga para las personas, casi en la mayoría de los casos, todos sus integrantes desean el mayor bienestar y la felicidad para ellas, sólo que están todos atrapados en esas herencias de dolor y de miedo que hacen que se vaya repitiendo casi ciegamente una manera de funcionar poco conectada con el avance satisfactorio de la vida.

Desde mi consulta te acompaño a realizar una elaboración saludable de lo que ha ocurrido en tu pasado para que este no interfiera de manera perjudicial en tu presente afectando a tu salud y al bienestar y la satisfacción profesional y relacional.

Por último me gustaría decir que muchas veces este proceso terapéutico desemboca en una gran transformación personal que ayuda no solamente a la persona que acude a la consulta sino a todo el sistema familiar ya que si un miembro de la familia comienza a cambiar de posición porque se da cuenta que el lugar que está ocupando no es el adecuado, esto obliga a que todo el grupo adopte nuevas dinámicas, más sanas y en orden con el sitio que le toca ocupar a cada cual. Esto trae como fruto un sentimiento de paz y tranquilidad para todos, con el consecuente estado de felicidad que aporta el saber que todos están bien y en su sitio. Es por esto que, no sólo se beneficia la persona que acude a la terapia sino que a la largo plazo todos estarán mejor aunque pueda ser difícil en un comienzo para muchos sentir que las cosas van a moverse y a cambiar. Por supuesto, esto no quita que cada uno tenga que asumir la responsabilidad de hacer el propio trabajo terapéutico en el caso de ser necesario.

Verónica Civatti, terapeuta Gestalt en Barcelona (terapia individual, terapia de pareja y terapia familiar)

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